martes, 13 de agosto de 2013

PERERA, PUERTA GRANDE TRAS CORTAR 3 OREJAS
La corrida de Jandilla, muy bien presentada, tuvo muy poca vida en la tercera de la feria de Huesca.
Huesca, tres corridas de toros celebradas y tres toreros por la puerta grande. Un récord impensable hace tan solo un año, una obra edificada totalmente sobre los cimientos de la arriesgadísima apuesta de los hermanos Luna por la calidad pagada a precio de oro. Ayer, los tendidos que cubican estaban cuajados, el sol (vendido o no) mostraba algo de cemento. El ambiente, no obstante, era de día de feria importante y el cartel, rematado.
Miguel Ángel Perera ayer en la plaza de toros de Huesca.
(Foto: Julián López)
La corrida de Jandilla, de magníficas hechuras, muy pareja y bien rematada desde la culata hasta el diamante de los límpidos pitones, tuvo, lamentablemente, muy poca vida. Acaso más movilidad los dos últimos toros. Transitando siempre en la peligrosa raya de la nobleza bobalicona y la mansedumbre palmaria.
Perera, auténtico ídolo en Huesca, se sumergió en el destajo ante su primer toro, un animal pronto y solícito que se fue desinflando hasta quedar casi en bulto sospechoso. La estocada, fulminante aunque desprendida puso en sus manos un trofeo merced a la infinita generosidad del rey mago Luis López, presidente de pañuelo facilón. Y si la primera fue de oreja, la faena al quinto resultó de premio doble. O sea, cinco y el complementario.
El toro, sin picar apenas, mostró una embestida inicial alegre arrancándose de largo que Perera aprovechó para cambiar por la espalda atornillado en el centro del ruedo. Y luego, sometido al capricho del toro, fue metiéndose hacia las rayas de picar, para dejarse hacer, alardear, adornarse y como la espada cayera donde mata (será la estocada de la feria si hay ley) se llevó los despojos.
Alejandro Talavante a pesar de estar con ganas
toda la tarde tan solo pudo cortar un trofeo.
(Foto: Julián López)
También Talavante cobró su pedrea en el quinto tras una labor de mirar al cielo --la muleta siempre por arriba-- encimista pero cerrada con efectividad estoqueadora. Si una estocada dicen que vale una oreja, pues eso. Como en el otro pinchó, se hizo el silencio.
Y Finito, de enterrador con el que abrió plaza y de vigilia en el cuarto. O sea que tardaremos en ver Jandillas por Huesca. Dios lo quiera.
FICHA DEL FESTEJO
Tercer festejo de la Feria de San Lorenzo de Huesca.
Entrada: Más de media plaza.
Toros de Jandilla, bien presentados pero faltos de fuerzas y desrazados.
Finito de Cordoba: Silencio y silencio.
Miguel Ángel Perera: Oreja y 2 orejas.
Alejandro Talavante: Silencio y oreja.

FUENTE: www.elperiodicodearagon.com
CRÓNICA: Carmelo Moya.


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